Guiso de pollo con patatas al vino blanco

¡Hola! Después de unos meses, aquí va otra receta, esta vez un guiso riquísimo.

Podéis hacerlo con pollo, con pavo o con cualquier otra carne que os guste (yo solo lo he probado con estas dos). Solo tendréis que ajustar el tiempo de cocción.

En mi caso he utilizado pechuga marinada, pero podéis usar otras partes que os gusten más o que queráis aprovechar. Es una receta bastante variable y muy sabrosa.

Ahí va…

Ingredientes (para 4 personas):

 - 600-700 gr de pechuga de pollo o pavo

 - ½ cebolla grande

 - 4 o 5 dientes de ajo

 - Un brick pequeño de vino blanco (187 ml)

 - 1 pastilla de avecrem (también podéis usar un caldo ya hecho)

 - 1 litro de agua

 - 1 hoja de laurel

 - 1 cucharadita (de las de café) de pimentón

 - 3 o 4 patatas medianas

 - Sal y pimienta

Preparación:

Cortamos la cebolla en juliana y la sofreímos con un poco de sal en una olla con el fondo cubierto de aceite. Primero a fuego fuerte y, cuando se empiece a dorar, a fuego lento.

Mientras, picamos los ajos, troceamos el pollo y lo salpimentamos, añadiéndole también el ajo picado.

Sacamos la cebolla y en el aceite que queda doramos el pollo y el ajo a fuego fuerte. Removemos de vez en cuando.

Luego añadimos la cebolla y el pimentón, y le damos unas vueltas para cocinarlo.

Echamos el vino blanco y dejamos que se evapore el alcohol y reduzca un poco. Rascamos bien el fondo para sacar todos los sabores.

Agregamos el agua, el avecrem, el laurel y la sal al gusto (yo le echo una cucharadita de las de café). Cocemos 10 minutos, con la olla tapada.

Mientras, pelamos y troceamos las patatas en cubos. Pasados los 10 minutos se las añadimos al guiso y cocemos unos 25 minutos más o hasta que esté la patata cocida y el pollo tierno.

Pasados los minutos, lo probamos de sal y comprobamos que esté todo bien cocinado. Entonces, tenemos dos opciones:

   1) Apagar el fuego, dejarlo reposar unos minutos y servirlo con el caldo.

  2) Subir el fuego y, con la olla destapada, dejar reducir el caldo hasta que coja consistencia y se potencie el sabor.

Yo en este caso he optado por la segunda opción.

Y ya está. Listo para servir…