Hooola…
¡Hoy toca una
receta para celebrar el aniversario del blog! Ya
lleva abierto 5 años, y no se me
ocurre mejor receta para publicar hoy. Espero que os animéis a hacerla, porque
está increíblemente rica.
Os cuento… normalmente las mousses para que salgan bien
llenas de agujeritos llevan claras de huevo montadas. Pero no me gusta utilizar
huevos crudos en las recetas, así que buscando por internet encontré un
ingrediente que pudiera sustituir a los huevos obteniendo el mismo resultado.
Para quien no lo haya oído nunca le sonará muy raro,
pero… ¿os acordáis de la receta anterior? Utilicé un bote de garbanzos cocidos
para hacer el hummus y me guardé el líquido de cocción de los garbanzos para
esta receta. Por la red le llaman “aquafaba” y, sorprendentemente, monta igual
que las claras de huevo. Así que esto es lo que vamos a utilizar para hacer la
mousse.
Y no os preocupéis, que no sabe nada a garbanzos, os lo
aseguro… ¡¡ESTÁ BUENÍSIMA!!
Ingredientes (para
5 raciones aprox.):
- 160 gr aprox. de aquafaba (de
un bote grande de garbanzos cocidos)
- 110 gr de chocolate puro, con un 52% mínimo
de cacao
- 1 sobre de azúcar vainillado (8 gr) o
1 cucharadita de esencia de vainilla
- Endulzante al gusto (por
ejemplo: 1 cucharadita de café de edulcorante líquido o 2 cucharadas soperas de
azúcar blanco o moreno)
Preparación:
Lo primero que tenemos que hacer es escurrir MUY BIEN el líquido del bote de garbanzos, hasta
conseguir unos 160 gr más o menos. Los garbanzos los podéis guardar para otra preparación
(como el hummus que hice en la última
receta) y el líquido lo podéis meter en la nevera mientras seguimos con la
receta.
El chocolate
que podéis usar para esta receta debe ser de buena calidad, ya que es el
ingrediente principal y el que le va a dar el sabor. Si lo queréis más fuerte os
recomiendo usar una tableta de chocolate negro del 70%, pero si lo queréis más
suave, probad con una tableta de chocolate puro con un 52% mínimo de cacao.
Respecto al endulzante,
va a gustos. Si usamos un endulzante líquido (como el
edulcorante que he usado yo) hay que integrarlo con el chocolate mientras se derrite, pero si
usamos un endulzante sólido (como el azúcar),
lo integraremos con el aquafaba mientras lo montamos.
Y lo mismo pasaría con la vainilla que utilicemos: si es en forma de azúcar se integra con el
aquafaba, pero si es en esencia lo haremos con el chocolate.
Dicho esto, solo tenemos que derretir al baño María la
tableta de chocolate troceada junto con el edulcorante. Cuando esté homogéneo, lo ponemos en otro recipiente para que se temple y no queme al tacto.
A continuación, montamos el aquafaba con unas varillas
eléctricas (tarda más que las claras de huevo, pero al final montan bien, solo
hay que tener un poco de paciencia). Cuando esté semimontado, echaremos poco a
poco el sobre de azúcar vainillado. Y para saber cuándo está bien montado, solo
tenéis que girar el recipiente poco a poco hasta ponerlo boca abajo: si no se
mueve ni se cae, está listo.
Ahora, con el chocolate ya a temperatura ambiente, iremos
poniendo cucharadas de aquafaba montada y lo integraremos poco a poco con una
espátula, haciendo movimientos envolventes, para mantener todo el aire posible.
Cuando esté todo bien integrado lo repartimos en los
recipientes donde lo queramos servir, cubrimos con papel de aluminio y lo
metemos a la nevera toda la noche.
¡A disfrutar!