¡Hola!
Hoy os dejo mi receta del hummus o paté de garbanzos. Lo podéis acompañar con tostas,
colines, crudités, ponerlo en una tostada con más cosas… Es muy versátil.
Lo único “difícil” puede ser tener una trituradora o
batidora para hacerlo, porque por lo demás no tiene ningún misterio.
El truco para que salga rico es saber equilibrar bien los
sabores, haciéndolo cada uno a su gusto. Yo lo he hecho varias veces y así es
como más me gusta.
Espero que os animéis a intentarlo.
Ingredientes:
- ½ bote grande de garbanzos cocidos
- 2 cucharadas soperas de tahini (o
en mi caso, 2 cdas de sésamo tostado y molido)
- El jugo de ½ limón (o
un poquito menos, si el limón es grande)
- 1 cucharadita de ajo en polvo
- ½ cucharadita de comino molido
- ½ cucharadita de pimentón de la Vera
- 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
- 5 cucharadas de agua (varía
según si te gusta más o menos espeso)
- Sal al gusto
- Pimienta negra (opcional)
Las cantidades
de los ingredientes son aproximadas. Lo ideal es ir probándolo hasta hacerlo a
tu gusto.
Preparación:
Para sustituir al tahini (si no tenéis), yo suelo
tostar 2 cucharadas soperas de sésamo en la sartén, lo dejo enfriar en un plato
y lo pongo en un molinillo de café para triturarlo.
Respecto al ajo podéis poner 1 diente de ajo
pelado y troceado, pero yo prefiero usar ajo en polvo porque le da sabor
igualmente, pero queda mejor integrado que el ajo crudo y, además, me resulta
más digestivo.
Dicho esto, lo único que tenemos que hacer para preparar
el hummus es sacar los garbanzos del bote, escurrirlos bien y enjuagarlos bajo
el grifo. Los ponemos en una trituradora y añadimos todos los ingredientes. Trituramos
hasta formar una crema homogénea. Probamos y rectificamos si hace falta de
algún ingrediente, para adaptarlo a nuestro gusto.
Lo ponemos en un recipiente, que podéis decorar con un
poco de pimentón, sésamo y aceite de oliva y lo reserváis en la nevera para que
se enfríe un poco y se intensifiquen los sabores.
